Pasamos muchas horas al día trabajando, y es importante saber los errores que no te permiten cuidar tu salud mental en el trabajo.

Los 6 errores que no te permiten cuidar tu salud mental en el trabajo

1. No poner límites

Utilizar la palabra “no” en el trabajo muchas veces nos aterra. Y sin embargo, nuestra salud mental sería mejor si aprendiéramos a decir “no”. Ojo, esto no quiere decir que tengamos que dejar de hacer nuestro trabajo. Pero si no ponemos límites, podemos colapsar.

2. Descuidar el entorno físico

El desorden de la mesa suele ser un reflejo del desorden interno que vivimos. Vamos acumulando cosas en el despacho, en la taquilla o en la sala que no tenemos controladas y que no usamos. Para cuidar tu salud mental en el trabajo puedes comenzar poniendo orden a tu alrededor tirando aquello que no necesitas.

No solo en el mundo real, también en el digital. Tener un escritorio lleno de iconos completamente saturado puede generar una sensación de ansiedad. Porque nuestra cabeza necesita que le ayudemos a poner orden para que sea capaz de atender a todo lo que tenemos que hacer. 

3. El desorden de tareas y plazos

Utilizar herramientas de gestión de tareas y tiempos (como agendas, aplicaciones web como Asana o herramientas de productividad como Pomodoro) pueden marcar la diferencia en nuestra forma de afrontar el día a día. Si nuestra forma de trabajar se basa en atender lo último que entra, posiblemente siempre tengamos problemas. Debemos tener un procedimiento para afrontar las tareas, saber priorizar y poner plazos realistas que nos permitan llegar a todo.

4. Poca calidad en las relaciones con los compañeros

Llevarse bien con los compañeros y compañeras de trabajo es, en ocasiones, misión imposible. Principalmente cuando chocan los intereses entre unos y otros, y cuando no hay unos objetivos claros desde la dirección. Pero piensa que pasas muchas horas de tu vida con esa gente, y que tienes que intentar separar lo laboral de lo personal.

Procura comunicarte de forma asertiva con tus compañeros, dejando la agresividad a un lado y recordando que el trabajo es eso: trabajo. Las relaciones con los compañeros mejorarán si buscas espacios para hablar de algo que no sea trabajo con ellos. Intenta tender puentes y empatizar para mejorar tu salud mental en el trabajo.

5. No tener objetivos

Si tu trabajo se basa en realizar tareas repetitivas un día tras otro, posiblemente tarde o temprano acabarás quemado. Porque nuestra cabeza necesita tener la sensación de aprender, o de que lo que hace tiene un sentido, y es necesario que se lo demos. Y esto no es nada fácil, porque la mayoría de trabajos son bastante repetitivos.

¿Cómo salir de ahí? Poniéndote objetivos nuevos cada poco tiempo. Por ejemplo, sacar adelante un proyecto multidisciplinar. Mejorar un procedimiento que ya no funciona. Mejorar tus descansos. Aprender a utilizar una herramienta nueva. Cambiar de puesto. Lo que sea. Pero que sean a corto o medio plazo, que sean alcanzables y que te despierten de nuevo la ilusión.

6. No delegar ni pedir ayuda

No tienes que hacerlo todo tú solo. A veces intentamos ser imprescindibles, o nuestra ambición nos ciega. Y en realidad, trabajar con personas es una suerte, y debes aprovecharla. Las cosas salen mejor cuando confías en otras personas, cuando pides ayuda y asumes que no tienes que saber de todo, que las cosas son más fáciles cuando son compartidas.

Consulta precios para disfrutar de la tranquilidad de estar cubierto