La retención de líquidos o edema se produce por una acumulación de líquidos en los tejidos, el conocido como líquido intersticial. Ese líquido está formado principalmente por agua, aunque en caso de infección o de obstrucción puede contener también células y proteínas.

¿Has tenido alguna vez retención de líquidos?

La retención de líquidos se puede notar en cualquier parte del cuerpo, aunque tiene especial presencia en manos, brazos, pies, tobillos, abdomen y piernas.

Síntomas de que tu cuerpo está reteniendo líquidos

Puede que hayas notado un aumento en el volumen de tus pies. Unas bolsas en los ojos que nada tienen que ver con tu descanso. La zona del vientre tan abultada que la ropa ha dejado de valerte. ¿Te suena? Pues posiblemente tengas retención de líquidos.

Los síntomas de la retención de líquidos son:

  • Aumento de peso no relacionado con un cambio de hábitos.
  • Hinchazón en piernas, pies, tobillos, abdomen…
  • Aparición de fóvea. Se puede detectar de una manera sencilla: si presionas la zona hinchada y tarda en dejar de estar hundida después de soltar, es muy posible que sea retención de líquidos.

Causas de la retención de líquidos: por qué nos hinchamos

Las causas de la retención de líquidos pueden ser muy diversas:

  • Problemas circulatorios.
  • Insuficiencia cardiaca.
  • Enfermedades renales o hepáticas.
  • Por las hormonas, especialmente en mujeres.
  • Sin causa conocida.

Como ves, aunque parezca un problema estético puede esconder mucho más. ¿Cómo reducir la retención de líquidos?

Soluciones y formas de reducir la retención de líquidos

  1. Cambiar la alimentación y reducir el consumo de sal

Una de las mejores formas de tratar la retención de líquidos es cambiando la dieta para restringir la sal. Esto es así porque la sal atrae el agua.

Cocinar sin sal no es un problema: hay una gran cantidad de maneras de dar sabor a las comidas, como el uso de especias, limón, aceites, ajo, picante…

Una de las mejores maneras de reducir la sal en las comidas es evitando los alimentos ultraprocesados y eligiendo alimentos naturales para aliñarlos a tu gusto, y evitando el exceso de sal que suelen contener los alimentos procesados.

Reducir el consumo de sal no solo te ayudará con el edema. Según la OMS, un consumo de sal de menos de 5 gramos al día contribuye a bajar la tensión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular e infarto.

  1. Mover las piernas: un poco de ejercicio siempre viene bien

Las piernas suelen ser las principales afectadas de la retención de líquidos. Por eso es importante mantenerse activo, evitar estar sentado demasiado tiempo y practicar ejercicio de forma habitual.

No es necesario que te apuntes al gimnasio: salir a andar puede ser una excelente manera de reducir la retención de líquidos. O hacer ejercicios en casa. También puedes mantener las piernas en alto, eso aliviará la retención.

¿Sigues teniendo dudas? Déjanos tus comentarios. Y recuerda que es conveniente consultar con un profesional médico para que pueda evaluar correctamente y realizar un diagnóstico.

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