Vamos a ser sinceros. Apetecer lo que se dice apetecer como te apetece un paseo, leer un libro o ver tu serie favorita, no apetece. Pero tampoco es para tanto y sin embargo, hacer revisiones periódicas puede ser de lo más beneficioso para nosotras. ¿Entonces… por qué no vamos lo que deberíamos al ginecólogo?

Cuando queremos quedarnos embarazadas vamos las veces que haga falta. Cuando por fin lo logramos estamos deseando que llegue la cita para comprobar que todo está bien. Pero una vez damos a luz, pasan los primeros meses y nos dicen que todo está normal, parece que se nos olvida y algunas no vuelven a aparecer por la consulta en años ¿a que es verdad?

Pues muy mal hecho.

Una revisión ginecológica va a permitir:

  • Conocer el estado de tu aparato reproductor, hayas o no tenido hijos y vayas o no a tenerlos.
  • Descubrir cualquier alteración o patología que no de síntomas en los primeros estadios y que puede ser grave cuando se manifiestan.
  • Ayudar a la mujer a elegir el mejor método anticonceptivo, adaptados a su condición, edad, necesidades, creencias…
  • Detectar y corregir posibles alteraciones en la menstruación (reglas dolorosas, abundantes, irregulares…).
  • Despejar cualquier duda sobre relaciones sexuales, menopausia…

En una revisión ginecológica se realiza un examen visual de la vulva, la vagina y del cuello del útero o cérvix con la ayuda de un espéculo. Y normalmente se toman muestras de células del cuello del útero para realizar una citología cervical.

Dichas muestras se analizarán en un laboratorio de anatomía patológica.

Esta prueba puede diagnosticar alguna lesión de las mucosas, la existencia de células anormales o las micosis (infeccione por hongos) que son relativamente frecuentes.

El ginecólogo también realizará un tacto bimanual para observar el tamaño y movilidad del útero.

Además, en una revisión se suele realizar una ecografía para observar el resto del aparato reproductor, es decir el útero, las trompas y los ovarios. Con esta prueba se descubriría, la existencia de quistes, pólipos o tumores. En cuyo caso se haría un seguimiento posterior. Y si la mujer tuviera colocado un DIU, la ecografía serviría para comprobar su colocación correcta.

Por último el ginecólogo realiza una exploración mamaria y puede recomendar, una mamografía o una ecografía.

Algunos de los tipos de cáncer que más muertes causan en las mujeres son el cáncer de cuello de útero, los tumores ováricos y, por supuesto, el cáncer de mama. Estos tumores suelen tener un crecimiento lento y no dan sintomatología hasta que están en fases avanzadas. Por eso es tan importante realizarse periódicamente revisiones ginecológicas completas que nos ayuden a detectar precozmente cualquier lesión compatible con alguna de estas patologías, para poder intervenir de forma rápida y eficaz.

Así que ya lo sabes. No se trata de un capricho. Es una necesidad y la mujeres debemos estar concienciadas de la importancia que tienen estas revisiones periódicas.

Selecciona el ginecólogo que mejor te convenga o que sea de tu confianza y que esté incluido en tu seguro de salud y estas revisiones podrán ser más ágiles y cómodas. Es tan sencillo y cómodo que no hay excusas.

Recuerda que si tienes cualquier pregunta sobre cómo elegir el mejor seguro de salud que incluya este tipo de revisiones, puedes consultar con nuestros especialistas en seguros médicos para ver tu caso en particular.