¿Has oído hablar del Mindfulness? Quizá sí, y lo hayas asociado al yoga o a la meditación. De hecho están muy relacionados, comparten conceptos y también tienen algunas diferencias.

El Mindfulness consiste simplemente en ser consciente del momento presente. Parece sencillo, ¿verdad? En este post te contamos por qué está tan de moda, cómo puedes ponerlo en práctica en casa y cuáles son sus beneficios.

¿Qué es el Mindfulness?

Básicamente lo que nos enseña el mindfulness es a no llenar nuestra cabeza con preocupaciones pasadas o futuras, sino a vivir momentos presentes de calidad.

El Mindfulness consiste en prestar atención al presente sin juzgar, viviendo la experiencia del momento con interés y aceptación.

Mindfulness es tener atención plena.

Beneficios del Mindfulness

  • Control de la ansiedad y del estrés: la mayoría de los problemas que nos llevan a la ansiedad o nos hacen sentir estrés es anticipar algo que todavía no ha pasado. Por eso la importancia de estar presente en el momento para mejorar el estado de salud mental.
  • Mejora de la concentración: vivimos en una sociedad donde la mayoría somos multitarea. El Mindfulness es poner freno a esa sobreestimulación.
  • Favorece la creatividad y mejora la memoria.
  • Mejora el sueño: sobre todo gracias a la respiración profunda.

5 ejercicios de Mindfulness para hacer en casa

  1. Llevar la atención a la respiración: para ello, hay que practicar las respiraciones profundas. Un ejercicio es tumbarse en una esterilla o en la cama, cerrar los ojos, poner una mano en el vientre y otra cerca del corazón. Hay que inspirar por la nariz intentando que el aire llegue a la mano sobre el vientre, y expirar por la boca. Repetir durante varios minutos. Es un ejercicio excelente para realizar antes de dormir, ya que la respiración consciente hará que tu cuerpo se relaje y tu mente se despeje.
  2. Tomar un café con los cinco sentidos: este ejercicio se puede practicar todas las mañanas en el desayuno. Consiste en prestar atención a cada parte del proceso: desde preparar la cafetera, oler el café recién molido, sentir el grano entre los dedos, apreciar cómo sale el vapor y disfrutar de cada sorbo, fijándote en el sabor y en las sensaciones en vez de hacer otra cosa mientras lo tomas.
    Esto se puede hacer con el té, zumo o cualquier otra cosa que se desayune. La clave está en pensar en lo que estás haciendo en vez de en otras cosas mientras desayunas.
  3. Ejercicios de autoevaluación: consiste en incluir pausas en nuestra rutina para evaluar el estado del cuerpo y la mente en ese momento. Hay que fijarse en la postura corporal, la tensión en la cara, la sed, el dolor, el estrés. Lo ideal es que cada cierto tiempo tengas una alarma que te recuerde que es momento de chequear.
  4. Escuchar una canción: no se trata de oír canciones o reproducir una playlist mientras trabajas. Se trata de elegir una canción y escucharla. Todo, su melodía, la voz del cantante, los instrumentos que suenan, las sensaciones que te produce. Una escucha consciente y plena.
  5. Estiramientos una vez al día: estírate y sé consciente de tus puntos de dolor, de cómo tus músculos se mueven, de la relajación de estirarte. Este ejercicio dura un minuto y es muy beneficioso para cuerpo y mente.

Diferencias entre el Mindfulness y la meditación

La meditación y el Mindfulness tienen la concentración en el presente como elemento común.

Normalmente la meditación tiene más arraigo en la religión o la filosofía. Su objetivo puede ser el de focalizar la atención en Dios, vaciar la mente o concentrar toda la atención en un único objeto (una palabra, un mantra o la respiración).

El Mindfulness es una aplicación a la vida actual de la meditación. Su función es mejorar la calidad de vida de las personas que la ponen en práctica.

Consulta precios para disfrutar de la tranquilidad de estar cubierto