Hay muchas definiciones de felicidad. Los seres humanos llevamos buscando la felicidad desde hace miles de años y teorizando sobre ella al menos desde el comienzo de la filosofía griega. Pero, ¿qué es la felicidad?

En este post hablamos sobre felicidad y cómo conseguir ser feliz.

Qué es la felicidad

La RAE define la felicidad como un estado de satisfacción espiritual y física. Es una sensación placentera de bienestar, tranquilidad y alegría.

Una de las características de la felicidad es que es una percepción subjetiva. Es decir, que ante los mismos hechos una persona puede sentir una felicidad muy grande y otra persona ninguna.

Esto es fundamental para establecer cualquier definición, porque la felicidad se diferencia de otras facetas del bienestar en esa apreciación subjetiva que forma parte de la manera que cada uno tiene de afrontar las situaciones.

Para definir la felicidad podemos recopilar distintas características:

  • La felicidad no está fuera, está dentro de cada uno. Los hechos y circunstancias pueden facilitar sentirse feliz, pero será una sensación efímera. La felicidad no puede depender de un agente externo para que sea duradera.
  • La felicidad no es un estado permanente. No se puede ser feliz siempre, porque habrá circunstancias que lo impidan. Aún así, hay personas que generalmente son más felices que otras. O, al menos, están más tranquilas con lo que tienen que otras.
  • La felicidad depende de apreciar lo que tenemos, y también de estar focalizado en el presente más que en el pasado o futuro.
  • Tener una predisposición a la curiosidad, a la ilusión y al aprendizaje inclina la balanza hacia una vida más feliz.

La Pirámide de Maslow: cubrir necesidades para ser feliz

Felicidad y bienestar no son sinónimos. Puedes tener tus necesidades cubiertas y, a pesar de ello, no sentir ninguna felicidad. El bienestar es algo tangible, mientras que la felicidad no lo es.

¿Conoces la Pirámide de Maslow? Es una teoría sobre la motivación y bienestar de las personas. La propuso en 1943 Abraham Maslow.

La pirámide propone cinco niveles de necesidades humanas (y sociales). Se empieza por la base, y para poder subir al siguiente nivel hay que tener las necesidades del anterior escalón cubiertas. Los escalones de esta pirámide son:

  1. Necesidades básicas: comer, tener un techo, descansar… lo básico para sobrevivir.
  2. Necesidades de seguridad: un entorno social estable, un trabajo, estabilidad…
  3. Necesidades de pertenencia: sentirse aceptado por los demás y pertenecer a grupos.
  4. Necesidad de reconocimiento: respeto, aprobación, prestigio. Sensación de ser competente.
  5. Necesidad de autorrealización: cada persona tendrá diferentes formas de autorrealizarse, y conocerlas es fundamental para lograr ser feliz. Normalmente están relacionadas con el desarrollo espiritual y moral, así como tener una misión en la vida y ayudar a los demás.

Ir superando escalones dependerá no solo de nuestra voluntad y capacidad: también de nuestras oportunidades, nuestro entorno social y nuestras experiencias.

Cuanto más arriba, más fácil será ser feliz. Pero claro, no es determinante: puedes tener todo cubierto y aún así sentir desdicha.

¿Tienes todos los escalones cubiertos? ¿Cuáles te faltan? ¿Cómo puedes alcanzarlos?

La solución de los daneses: Hygge (o la felicidad en las pequeñas cosas)

En Dinamarca hay una filosofía que está ayudando a miles de personas a ser más felices. Y aunque pueda parecer transgresor, en realidad solo está basado en una idea que más o menos todos conocemos: disfrutar y apreciar las pequeñas cosas.

No es más que identificar esas situaciones del día a día que te producen bienestar y potenciarlas.

Existe un libro con consejos Hygge, y muchos de ellos se basan en el hogar como centro de la felicidad. En realidad también se pueden aplicar en planes de exterior o en el trabajo.

El Hygge está basado en algunas de estas ideas:

  • Conectar con la familia y amigos, agradeciendo el tiempo pasado con ellos y desconectando del exterior (apagando el móvil, por ejemplo) cuando estamos compartiendo tiempo con ellos.
  • Tener rincones de felicidad, como por ejemplo un lugar decorado con encanto donde leer con una manta y una infusión.
  • Utilizar los objetos para reconfortarnos. Por ejemplo: calcetines gordos en invierno, velas, cojines…

Si quieres investigar más sobre esta idea, puedes consultar la web (en inglés) del Instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague.

Esta filosofía tiene mucho que ver con el mindfulness.

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