¿Sabías que al cortisol se le conoce habitualmente como la hormona del estrés? Y es que, junto con la adrenalina, son las dos hormonas que nos mantienen alerta.

El estrés no es malo en sí mismo. Es un mecanismo que utiliza nuestro cuerpo para reaccionar ante una amenaza y poder superarla.

El problema del estrés es cuando se vuelve crónico, ya que entonces nuestro cuerpo estará constantemente en tensión esperando a responder a una amenaza que, probablemente, no exista en ese momento.

El estrés tiene normalmente 3 fases:

  • Reacción de alarma, cuando el organismo se altera por la activación del hipotálamo al detectar una amenaza y nuestro cuerpo genera el cortisol y la adrenalina.
  • Estado de resistencia, cuando el estado de estrés se prolonga y el cuerpo mantiene la adaptación, pero comienza a disminuir la capacidad de respuesta.
  • Fase de agotamiento, cuando el estrés prolongado altera la capacidad de defensa del cuerpo y conduce al deterioro.

Eso producirá que los niveles de cortisol se descontrolen en nuestro cuerpo

Qué es el cortisol

El cortisol es una hormona que se produce en la glándula suprarrenal (que se encuentra encima de los riñones) y que se libera en nuestro cuerpo como respuesta al estrés y al bajo nivel de glucocorticoides en sangre. El encargado de liberarlo es el hipotálamo.

Su función es enviar información a nuestro cerebro para que la glucosa esté preparada como fuente de energía para afrontar la amenaza a la que nos enfrentamos. En realidad, es un sistema muy eficiente de nuestro cuerpo.

El cortisol es necesario para el buen funcionamiento del cuerpo, así que la misión no es eliminarlo, sino controlarlo.

El problema es que un elevado nivel de cortisol puede afectarnos de la siguiente manera:

  • Bajada de las defensas
  • Problemas nutricionales, ya que regula la absorción de nutrientes
  • Aumento de la presión arterial
  • Problemas para conciliar el sueño
  • Problemas en la piel (acné, eczemas, dermatitis…)
  • Aumento de peso
  • Dolor muscular

Cómo evitar niveles elevados de cortisol en nuestro cuerpo

La Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés ofrece algunas recomendaciones para evitar llevar una vida con demasiado estrés:

  • Comer sano y aprovechar la hora de las comidas para descansar e incluso hacer vida social con la familia.
  • Descansar correctamente todos los días y desconectar del trabajo.
  • Practicar ejercicio físico. Hay algunos ejercicios que pueden mejorar bastante tu estrés, como practicar mindfulness, yoga o meditación.
  • Controlar la respiración consciente y utilizarla ante situaciones de estrés.
  • Poner límites y aprender a decir que no. Resolver los problemas con un pensamiento lógico y no anticipar posibles consecuencias.
  • Acudir al psicólogo y buscar ayuda profesional.

Al final, la mejor manera de controlar el estrés es llevar una vida tranquila y equilibrada. En muchas ocasiones el trabajo, la familia o los problemas nos lo impiden, y es difícil buscar maneras de bajar el estrés. Pero se puede conseguir.

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