Correr es un deporte de fácil acceso: solo necesitas unas zapatillas y ganas. Precisamente por ello es común que no sepamos cómo hacer este deporte correctamente, lo que puede llevar a lesiones o frustración.
En este post te damos algunos consejos para correr correctamente y poder disfrutar de este deporte de forma saludable.
La mejor postura para correr adecuadamente
Hay varias cosas en las que te tienes que fijar al correr. No vas a poder corregir todo a la vez, pero prueba a ir cambiando tus hábitos corporales al correr poco a poco.
- Piernas, rodillas y pies: conseguir una buena zancada es de las cosas más importantes. Para ello, hay que aterrizar el pie al completo, no solo talón o punta, de una manera suave y flexible. La pisada tiene que estar debajo del cuerpo y no por delante. Las rodillas no deben subir demasiado, nunca a más de 30 grados, y cuando baje el pie tienen que acompañar con un poco de flexión.
- Cabeza y tronco: hay que mantener el tronco recto y la mirada al frente. Siempre hay que evitar mirar arriba o abajo (común cuando estamos cansados).
- Brazos y manos: el balanceo de los brazos tiene que ser suave y deben flexionarse a 90 grados. Las manos tienen que llevar una postura natural y no apretar los puños ni estirar las palmas. Cuidado con subir los hombros, también deben ir relajados.
Lo primero que debes hacer es analizar tu postura al correr. Un buen ejercicio es pedir a un amigo que nos grabe mientras corremos, de esa manera podemos ver cómo se ve nuestra postura desde fuera e ir corrigiendo lo que sea necesario.
Ejercicios para realizar antes y después de correr
Calentamiento: es común que antes de correr estiremos. Pues bien, esto en realidad no es necesario: el mejor calentamiento es empezar a moverse. Comenzar la carrera andando rápido o trotando un poco es la manera ideal de comenzar el ejercicio. Intenta no empezar ya a tu velocidad media de carrera.
Recuperación: terminar el ejercicio andando unos minutos es una gran práctica para bajar las pulsaciones poco a poco e ir volviendo a la normalidad.
Estiramientos: la función de estirar es relajar los músculos. No consiste en forzarlos, simplemente en alargar el músculo un poco más allá de la posición natural de reposo. Estos son los básicos:
- Estirar gemelos y sóleo: apoyar las manos en una pared con los brazos estirados y las piernas separadas. Llevar una pierna estirada atrás para relajar los gemelos (la otra pierna tiene la rodilla flexionada).
- Estirar cuádriceps: doblar la pierna hacia atrás y sujetar el pie a la altura del glúteo.
- Estirar isquiotibiales: intentar tocar los pies con las manos (rodillas estiradas). No forzar.
- Estirar caderas: avanzar una pierna hacia adelante en ángulo recto y llevar la otra hacia atrás extendida (puedes apoyar la rodilla de la pierna estirada en el suelo). Apoyarse en la pierna en ángulo recto y dejar la espalda recta.
- Estirar lumbares y espalda: entrelazar los dedos de las manos, doblar la espalda de forma redondeada hacia delante y estirar los brazos hacia delante con las rodillas flexionadas.
En el siguiente vídeo puedes ver otros ejemplos:
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