Las caries son una de las afecciones bucales más habituales. Consiste en una desmineralización del esmalte de los dientes producido por los ácidos que aparecen cuando la placa bacteriana (las bacterias cariogénicas) descompone el azúcar de los alimentos en la boca.

Primero se produce un daño en el esmalte y posteriormente en la dentina. Esa perforación en el diente se va haciendo más profunda hasta que llega a la pulpa, que se inflama. Si no se soluciona la caries llegará al nervio, se producirá un absceso y finalmente un flemón que destruirá el hueso y como consecuencia tendrá lugar la pérdida de la pieza dental.

Pero, ¿por qué aparecen las caries y cómo puedes prevenir su aparición?

Factores de riesgo

Indudablemente, el hecho de ingerir alimentos muy azucarados y con relativa frecuencia contribuye a que haya más posibilidades de sufrir caries, pero existen muchos otros factores que pueden aumentar el riesgo de aparición de caries, tales como:

  • Higiene bucal deficiente. Después de cada comida y en especial si se han tomado alimentos azucarados es importante lavarse bien los dientes, incidiendo en los espacios interdentales (con el hilo dental) y enjuagando bien la boca (con colutorios con flúor) para evitar que queden restos entre las encías.
  • Sequedad bucal. Hay personas que no producen suficiente cantidad de saliva por lo que tienen la boca seca. Esto puede favorecer la multiplicación de microorganismos. Algunos medicamentos producen sequedad bucal. Es importante beber agua al final de las comidas para diluir los ácidos y mantenerse hidratado para evitar que el pH baje.
  • pH de la saliva. El pH óptimo de tu saliva sería el que se sitúe alrededor del 7. Cuanto más bajo sea el pH, más ácido será el entorno y más posibilidades hay de que el esmalte se pueda dañar. Además de los azúcares, el tabaco y el alcohol resecan las mucosas y bajan el pH. Existen personas con un pH salival más alto, por lo que tienen menos facilidad para producir caries.
  • Deficiencias de flúor. El flúor ayuda a fortalecer el esmalte y remineralizar el diente antes de que la caries produzca un agujero en el diente. Por eso las pastas de dientes que recomiendan los dentistas están reforzadas con flúor.

Síntomas de la aparición de caries

Algunos de los síntomas que deberían hacernos sospechar que algo no va bien son:

  • Dolor. Ese es el más habitual, porque normalmente no vamos al dentista hasta que nos duele, cosa que es muy mala idea. Cuando sufrimos dolor en un diente es porque ya hay daño en el esmalte y la caries es profunda.
  • Halitosis. La propia sequedad bucal puede dar lugar a un aliento más fuerte. Si hay más cantidad de placa bacteriana también se producirá mal alimento, así que toma medidas.
  • Mayor sensibilidad dental. Cuando la caries llega a la pulpa el nervio se inflama y hay más sensibilidad al frío y al calor. Si normalmente no te pasa consulta al dentista porque puede ser producto de una caries profunda.
  • Sangrado importante. Si te cepillas muy fuerte es posible que te sangren un poco las encías, pero cuando ese sangrado es más abundante o más habitual puede ser por una aumento del tejido gingival. No lo dejes pasar.
  • Dientes oscuros. El tabaco, el alcohol o el café en exceso pueden amarillear los dientes, pero también una caries que está destruyendo el esmalte y modificando la pigmentación puede dar lugar a manchas oscuras. Consúltalo.
  • Fracturas de dientes o pérdida de alguna pieza. Este es un síntoma muy aparatoso, que puede ser debido a la debilitación del esmalte. También hay enfermedades de las encías que producen este efecto. Es causa de una visita urgente al dentista.

Qué hacer para prevenir las caries

El tratamiento con flúor (en gel o barniz) puede ayudarte en las primeras etapas a revertir el daño en el esmalte. Cuando la caries sea más profunda será necesario un empaste con resinas o porcelanas. Si el diente está muy débil o dañado es posible que necesites una corona, que es cubierta hecha a medida del diente que reemplaza la corona natural y evita que lo pierdas. Y si el daño es irreparable quizá sea necesaria la extracción del diente y la colocación posterior, si así lo recomendara el dentista, de un implante.

Para evitar el dolor por daño en el nervio pero conservar el diente se puede realizar una endodoncia en la que se extraerá la pulpa dañada y se rellenará y sellará la cavidad.

No esperes a que el problema sea grave y acude a revisiones dentales con regularidad o ante el primer síntoma de que algo no va bien.

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